Con la llegada de la primavera hemos abierto las ventanas y la clase se nos ha llenado de insectos.
En primavera algunos días llueve y otros hace sol, por las calles coinciden botas y sandalias, cometemos errores como tener calefacciones encendidas con las ventanas abiertas, y se nos revuelve el ánimo con ratos tristes en días alegres; con síntomas de verano en cuerpos aún de invierno.
Todas estas contradicciones primaverales no se pueden explicar mejor que con nuestro lío de insectos queridos y odiados (mariposas y cucarachas) pintados en colores fríos y cálidos.
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